"María José" escribió:

¡Enhorabuena, Manuel! Yo tenía mucho miedo a dejar de fumar porque pensaba que lo iba a pasar muy mal. Se pasa "regular" pero no tanto como nos pensábamos. Aunque es difícil y no hay que confiarse.

Otras veces que lo intente hace años lo llevé mucho peor de como lo estoy llevando ahora. Cuando me planteaba dejarlo me venían a la cabeza esos momentos malos y me entraba el pánico.
Esta vez me decidí a dejarlo pensando que tendría que hacer un esfuerzo enorme para superar esos momentos tan terribles. Que los ha habido pero no han sido tantos ni tan duros como las veces anteriores.
Y ahora centro todas mis fuerzas en no confiarme y no bajar la guardia

Manuel. recuerda que estás en un proceso adaptativo, tu cuerpo se está acostumbrando a vivir sin nicotina, pero además estás en un proceso adoptativo, estás adoptando nuevos comportamientos.
Esto significa que el tiempo es nuestro aliado, cuanto más tiempo pase más veces repetimos el mismo comportamiento y más familiar se nos hace.
En ese sentido tenenmos que valorar de un día a otro la intensidad de los arrebatos de fumar y la frecuencia de los mismos. Este es el mejor indicador. Y sobre todo reconocernos los éxitos conseguidos.

Aunque suene vanidoso. Cada día que pasa me siento mas orgulloso de mi, de lo que voy consiguiendo

Mi cigarrillo preferido era el del desayuno. Todo un ritual: la cafetera, la radio, el desayuno y un cigarrillo. Renunciar a ese momento fue lo peor y me acordaba todas las mañanas. Pero, poco a poco, algún día no me acordaba, luego era raro el día que me acordaba y ahora, aunque lo piense, es más para darme cuenta de que ya no lo necesito que para añorarlo

Esa es la cuestión, una vez pasadas las 72 h. de dependencia quimica a la nicotina, hay que desestructural los rituales y construir nuevos escenarios. Ese trabajo de ensayo-error es el que nos hace sólidos en nuestro comportamiento.